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La tarea escolar suele tener uno o múltiples propósitos. El propósito más común es mandar a los estudiantes que practiquen las lecciones presentadas en la clase. La tarea de práctica tiene por objetivo reforzar el aprendizaje y ayudar al estudiante a dominar aptitudes específicas. La tarea de preparación sirve como introducción de una lección que se presentará después en la clase. Con estas tareas se pretende ayudar a los estudiantes a aprender mejor la nueva lección cuando ella se aborde durante la clase. Con la tarea de extensión se le pide al estudiante aplicar a nuevas situaciones los conocimientos o las aptitudes que ellos ya poseen. Con la tarea de integración se requiere que el estudiante aplique diversas aptitudes a un solo deber, como es el caso de las reseñas de libros, los proyectos de ciencia, o la creación de trabajos literarios.
En particular, se ha comprobado que la tarea de matemáticas es más importante durante los últimos años de la escuela primaria y durante toda la secundaria y menos importante durante los primeros grados de la primaria. Esta tarea comienza a tener importancia a partir del cuarto grado y va tomando cada vez más importancia durante los grados superiores de la secundaria
Un buen ejemplo influirá en su forma de pensar y por consiguiente en su rendimiento escolar.
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